domingo, 11 de marzo de 2012

Me dijeron alguna vez que un clavo saca a otro clavo, pero es tan así? Necesitamos realmente de alguien más para sacar a otra persona de nuestra mente? Creo que llegué a la conclusión de que tengo dos clavos, si, dos clavos. Uno más que clavo es un tornillo, porque me da vueltas en el mismo lugar una  y otra vez, y justo cuando pensaba que estaba saliendo llegó un atornillador que lo mete mas adentro. A veces está tan presente ese querido clavo/tornillo que duele. Y el otro clavo creo que esta para quedarse porque nadie pudo ocupar su lugar y nadie quiere sacarlo. Así que esta el temporal y el inmovible. El temporal vendría a ser el clavo/tornillo, el mas reciente, el que está mas fresco, el último. Ese, tal vez con un empujoncito de otro clavo saldría mas fácil, con algún destornillador mejor! Pero todavía no llegó. El otro clavo quién sabe quién lo sacará, quién sabe si saldrá algún día, o si tal vez yo misma podré sacarlo, tal vez ni quiero.
En conclusión, el clavo inmovible no me molesta porque ya me acostumbré a él, porque tiene un lugar que es solo va a ocupar, en cambio, lo que en este momento más me molesta es el temporal, ese clavo tornillo que creo ver en todos lados, el que me persigue, ese clavo/tornillo que quisiera sacar para siempre de mi.
Clavo de mierda.

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