miércoles, 12 de septiembre de 2012

Algunos días el mundo parece venirse abajo, y entonces, de alguna forma, improbablemente y cuando menos me lo espero, el mundo por si mismo vuelve a estar bien. VUELVE A ESTAR BIEN. Qué locura! Lo lloré tantas noches. Le regalé tantos suspiros. Hoy esos ojos no son los que me importan.
Gracias por irte. Gracias por no estar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario