sábado, 8 de junio de 2013

No te gusta verme fumar, ya sé, pero para poder decir esto necesito prenderme un cigarro. Vení, sentate al lado mío, tenemos que hablar cara a cara. Yo no creo mucho en las relaciones, en algún momento creí. Me costó muchísimo llegar a este punto y poder hablar. Me gusta estar descontrolada, dejándome llevar. Obvio, hasta que aparecen esas pequeñas cosas, sentimientos. Esa cosa dura y rocosa que golpea a las personas en el corazón cuando menos lo esperan, los odio. Yo quiero tener noches de locura, despeinada y con resacas incontrolables. Dame sólo algunos momentos, decisiones sin pensar.
Les tomé fobia a las relaciones, esa clase de fobia a no ser capaz de controlar todo esto que siento.

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