Me siento bastante como el culo. Las personas que me atraen no me registran. Algo mal hago, seguro. Es increíble como todos me consideran una re-mina, persona y amiga, pero como mujer no dicen nada. No me gusta este papel, parece que le tengo miedo. O no, mejor dicho, no parece, le tengo miedo.
Es como si el papel de quinceañera eterna a la hora de seducir me quedara cómodo y me gustara, que resguardara el sufrimiento cada vez que me animo a plantar mi papel de mujer sin esconderme, pero resulta que no, y me termina yendo mal.
Soy una adolescente que vive de esos amores, que anhela pero no se anima a más. Arriesgué y sufrí lo suficiente como para que se note a la hora de avanzar. ¿Es todo mi culpa? Al menos una cuota lo es, por elegir de manera equivocada. Aunque los sentimientos no se eligen, y dudo que surjan hacia la persona que corresponde.
Ahora estoy triste, sola, vacía. Aunque pienso y.... algo de esperanza queda. No estoy cerrada de amor, tampoco busco uno. Solo estoy decepcionada, por estar enamorada del amor y no saber lo que significa sentirlo puro. Las esperanzas tampoco se me van, pero no son tantas. Cada día son un poco mas débiles, pero sin embargo algo queda. Algo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario