Una noche, en una cama sin sábanas se nos dio por hablar. Su lunar, su pelo. Nada indicaba hacia dónde apuntaba ese dedo indice, pero no importó. Era lindo, por favor, si era lindo. No cantaba tan bien, no se expresaba mejor, pero me hacía sonreír, y era mas lindo. Y salimos, quemamos las calles con un auto sin luces, a salvar al mundo de encontrarnos separados, a hacer lo que no debíamos en rincones inesperados de Rosario. Una pasión que nos hizo llorar de alegría. Él me lo supo decir, yo no lo supe escuchar, el amor no se da. No se da para el resto, porque nos amamos con el alma. Separados, con el alma caminando de la mano. Dormir abrazados otra noche de lluvia, y ser felices así, despertarnos amotinados, quedándonos ahí, mirándonos para sonreír. Y era lindo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario